A ti, que te has ido (Un cinco de enero teñido de negro)
¿Por qué? ¿Por qué lo has hecho? Yo te veía contento, sí que te notaba triste, melancólico, pero nada más allá de un estado de ánimo. Mi amiga llora por tu pérdida, yo siento tristeza, pena, estoy consternada. ¿Por qué no pediste ayuda? Mucha gente te la hubiera dado, estoy segura. Y elegiste morir, como una de tus novelas, sangre, vísceras, muerte. Como Edgar Alan Poe que tanto te gustaba. Ahora guardaré tus libros con tesón porque siempre me quiero acordar de ti. Nunca tuvimos una gran conexión pero sí que te apreciaba, me parecías un chico gracioso y carismático. Fui a una firma de libros tuya en mi librería favorita y ahí te compré dos ejemplares porque te quería apoyar. Tú, que estabas cumpliendo tu sueño de ser escritor. Nunca olvidaré los ensayos que tuvimos, todos y cada uno aportasteis un granito de esperanza e ilusión en mi corazón. Me ayudasteis a sentirme integrada en un grupo cuando nunca me había sentido así. Tú me ayudaste sin saberlo, cuando hablábamos de anime