Reflexiones nocturnas
Hay muchas veces en las que pienso que mi cabeza funciona demasiado rápido. Esto debería ser positivo para mi, pero me sucede todo lo contrario; siento que no existo en este mundo, no me siento con los pies en la tierra. Mi mente solo quiere huir, a paisajes exóticos, mundos lejanos y puestas de sol doradas con un toque de jazmín. Hadas, vampiros, hombres lobo, zombies, magia, criaturas fantásticas, parece que solo pienso en eso. O ni siquiera en seres que no podrían existir sino situaciones cotidianas que nunca ocurrirán. Cuando conozco a alguien o cuando me ocurre algo inesperado, me imagino todo lo que va a ocurrir después como si de una película se tratase. Lo peor de todo, es que me he dado cuenta de que soy mucho más feliz así, en lugar de enfrentarme a la realidad, que es sobria, oscura, gris, rutinaria, simple y llana. Temo volverme como Don Quijote, aunque prefiero morir así, feliz creyéndome un caballero que siendo una anciana triste porque ha visto cómo sus sueños se h