Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2018

¿Por qué?

¿Por qué el ser humano se quiere morir? La vida es dura, muy dura. Desaparecer es la opción fácil. ¿Por qué llegamos al extremo de odiarnos tanto que solo queremos desaparecer? Hacernos daño, exigirnos demasiado. Cuando nosotros no tenemos la culpa. Pienso que debemos respetarnos ante todo, al igual que jamás le harías daño a un familiar o a un amigo, ¿por qué te haces daño a tí mismo? Quiérete, no vas a tener mejor compañero de vida que tú mismo. Yo me descubrí hace poco y fue el mayor descubrimiento de mi vida. Creo que nunca he querido tanto a alguien como me quiero a mi, me respeto, me adulo, me doy caprichos cuando me los merezco, me animo, me digo cosas bonitas, cuando me miro sonrío orgullosa. Y cuando he logrado esto es cuando he podido comenzar a vivir y a saber querer a los demás. Una vez iba en el coche con mi madre, me sentía miserable, estábamos discutiendo por una tontería. No se me ocurrió otra cosa mejor que decirle: "ojalá no hubiera nacido". Pensa

Quizá he sido demasiado optimista

Empecé mi camino con un sueño, todos estos años he seguido adelante con la motivación para cumplirlo. Lo que me he encontrado no era lo que me esperaba, me siento decepcionada. Creo que esto es una piedra gigante en el camino pero no me debería preocupar, simplemente voy a tardar más tiempo en rodearla. Me siento orgullosa de mí misma por mi tenacidad. No me ha gustado lo que he visto, por eso pienso esforzarme en cambiarlo, para que se parezca lo máximo posible a mi sueño.

Lección

Que estas cosas que me pasan, me sirvan para aprender, para evitarlas en un futuro. No quiero que me vuelvan a hacer daño, no lo voy a permitir. No Esther, te van a volver a hacer daño, es inevitable. También es inevitable que te vuelvas a caer, pero ya estamos acostumbradas, por ello, cada vez nos cuesta menos levantarnos. Las personas fuertes no son las invulnerables, sino las que son capaces de levatarse una y otra vez a pesar de las adversidades. <3

Gato

Érase un gato pardo de ojos marrones brillantes, con la habilidad de que al mirar a las personas puede verlas por dentro, cómo realmente son. Un día el gato se hartó, no le gustaba lo que percibía en los demás. Le asqueaba. Se sentía perdido y solo, muy solo. Entonces empezó a andar, no tenía ningún destino, simplemente quería huir de lo que le hacía sentir mal. Por el camino se lastimó, se tropezó, tuvo épocas de hambruna y muchas noches moría de frío. Pero también encontró océanos turquesas, jardines con millones de flores de todos los colores, criaturas extrañas a primera vista pero amistosas a la hora de la verdad y los atardeceres duraznos más bonitos que podría haber visto nunca. Hasta que un día se dio cuenta de que ya no huía, simplemente andaba; expectante a lo próximo que le podría ofrecer este vasto mundo.