Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2018

Nervios

Nervios. Toda mi vida luchando contra ellos. Cuando quiero hablar en público, ahí están, esperando a que me equivoque en algo para hacerme sentir la persona más inútil del mundo. Cuando quiero hacer amigos, ahí están, esperando a que me sienta insegura para decirme que no caigo bien a la gente. Cuando estoy con amigos, ahí están, para joderme cuando estoy tranquila y feliz. Cuando me peleo con alguien, cuando voy a ver al chico que me gusta, cuando hablo con alguien desconocido, cuando viajo sola, cuando salgo de casa. Nunca me he amedrentado por mis miedos, nunca he dejado de luchar. Y cuando pensaba que tenía la batalla ganada vuelven, y más fuertes que nunca. ¿Es una señal del cielo de que soy demasiado débil? ¿"Débil"? Qué poco me gusta esa palabra. Creo que ya tengo claro que una persona fuerte no es aquél que no sufre por nada. Sino aquél que por mucho que se caiga siempre tiene ganas para levantarse. Y se levanta, aunque esté lleno de mierda hasta las cegas, a

Grietas

Al nacer somos seres perfectos de porcelana. A lo largo de nuestra vida nos van sucediendo cosas que nos duelen, provocan sufrimiento, nos rompen. Pero la porcelana no se puede recomponer, para curarnos intentamos coger los cachitos que se nos han desprendido y volverlos a unir como se pueda. Pegarlos, atarlos, solidificarlos. Pero siempre, hagamos lo que hagamos, quedará una grieta, una muestra del dolor que hemos sentido. Y esa grieta jamás se irá. Es nuestro deber, pues, el ir construyéndonos sobre esas grietas, vivir nuevas experiencias, ir descubriendo nuestro carácter. Cómo somos y a dónde vamos.

Echando la vista atrás

Ya hace dos o tres años que escribí este texto. Debería haberle puesto fecha, a veces pensamos que nos acordaremos del año y el día en el que hacemos ciertas cosas, pero pasan los años y los recuerdos se van difuminando. Es bonito echar la vista atrás y verme tan jodida. ¿Bonito? Diréis. Sí, porque es una muestra de que no hay que rendirse, porque después de esa época en la que toqué fondo vino la mejor época de mi vida. Lo que más me gusta de este texto es el final, por ello. Cuánto hace quererse a uno mismo y cómo cuesta. Con lo sencillo que parece. También lo escribo aquí para que quede en el recuerdo: Este texto lo publiqué en el Informer de la USAL (una página de Facebook) y tuvo muchísimos "me gusta", me sentía muy sola y esa interacción me vino muy bien :D Disfrutad de mis pensamientos más profundos y ocultos: Sé que a muchos no les va a interesar mi historia, pero aquí va, también para dar apoyo a esa gente que lo está pasando mal porque se siente sola o po